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Terapia colaborativa
La terapia colaborativa es una terapia desarrollada por Harlene Anderson junto a Harold A. Goolishian (1924-1991), en Estados Unidos. Está dirigida a personas con una buena formación en cualquier campo o a quienes desconfían de los psicoterapeutas debido a experiencias negativas pasadas.
Visión general
La terapia colaborativa es aquella que le brinda a la persona la oportunidad de tener un consejero no autoritario. Está indicada para personas no heteronormativas, que tienen disforia de género o son transgénero, o que eligen vivir un estilo de vida alternativo. Harlene Anderson cuenta cómo utilizó la terapia colaborativa en la terapia familiar y la terapia matrimonial con éxito. Ayuda a las familias y a los conocidos a comprender mejor a la persona, si ésta descubre que no puede adherirse a las normas sociales, como por ejemplo siendo transgénero u homosexual.
La terapia colaborativa está destinada principalmente a adultos y a quienes padecen un diagnóstico dual (es decir, más de un problema de salud mental generalmente debido al abuso de sustancias, como el alcohol y los medicamentos sin receta), trastorno bipolar, esquizofrenia crónica y padres con psicosis o trastorno dismórfico corporal.
Proceso
Se usa el principio de "no saber". Goolishian y Anderson utilizan este término y recomiendan que este enfoque es el que los terapeutas deberían tener hacia sus pacientes. En este enfoque, los terapeutas evitan adoptar posturas dogmáticas y tratan de permanecer flexibles para que sus pacientes modifiquen sus perspectivas. En su libro, Lenguaje de conversación y posibilidades: un enfoque posmoderno de la terapia, Anderson dice:
"El significado que surge [en la terapia] está influenciado por lo que un terapeuta trae a la conversación y sus interacciones entre ellos al respecto. El tema del nuevo significado se basa en la novedad (no saber)".
Fred Newman y Lois Holzman hablan de algo bastante similar cuando hablan del "fin del saber". Fred Newman discute el concepto de "no saber" en su libro, El fin del saber: nueva forma de aprendizaje evolutiva.
La postura del terapeuta, según la teoría colaborativa, se resume en la siguiente lista:
- Asociación conversacional de investigación mutua: la terapia como asociación.
- Experiencia relacional: el paciente y el terapeuta unen sus conocimientos.
- No ser experto: el terapeuta debe ser humilde hacia su paciente.
- Ser público: el terapeuta está abierto con sus pensamientos invisibles.
- Vivir con incertidumbre: disfruta de la espontaneidad de una conversación.
- Transformación mutua: círculo hermenéutico, efecto recíproco en el paciente y el terapeuta.
- Orientación hacia la vida cotidiana: aprovecha la capacidad de recuperación natural de los pacientes.
Críticas
Cuando hay una falta grave y necesidad de programas de rehabilitación basados en la comunidad, incluidos programas de tratamiento conductual y psicosocial, es difícil para el paciente obtener respaldo médico para la terapia, lo que puede hacer que el tratamiento sea menos efectivo. En el caso de problemas mentales más serios, como la esquizofrenia, existe la posibilidad de que el 30 % de los clientes tengan un mal pronóstico a largo plazo, como señaló Linzen en 2003. Dos de cada tres esquizofrénicos se recuperan significativamente.
Bibliografía
- Collaborative Therapy: Relationships and Conversations that make a Difference (2007)
Enlaces externos
- Red de Terapias de Construcción social (en inglés).
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- Datos: Q5145856