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Sabañón

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Sabañón
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Sabañón en los dedos de los pies.
Especialidad medicina familiar

Un sabañón o eritema pernio​ es una inflamación bajo la piel, acompañada de prurito y dolor, producida por el efecto repetido o prolongado del frío y la humedad.

Afecta a un reducido número de partes de cuerpo, especialmente pies, manos, dedos, nariz y orejas. Al cesar el frío, la inflamación puede curarse sin tratamiento en el plazo de tres semanas. Mientras sanan las partes afectadas, es conveniente calentarlas y, además, tratar eventualmente el prurito con algún ungüento. Afecta principalmente por el cambio repentino de temperatura de frío a calor. Para evitar los sabañones es recomendable si se tiene alguna parte del cuerpo muy fría, no rozarla ni calentarla bruscamente, es mucho mejor cuando ya se está en casa dejar que el mismo cuerpo vaya calentándose poco a poco, a veces este proceso puede durar horas.

Como medida de prevención, es necesario proteger del frío y la humedad las partes vulnerables a este mal. La nifedipina se utiliza en los casos especialmente difíciles de tratar. Realizar deportes aeróbicos, en ambientes no fríos, como correr, bicicleta en intensidad media u otros deportes ayudan a eliminarlos, puesto que el sabañón se produce por problemas circulatorios. Existen remedios naturistas a base de tabaco (Nicotiana tabacum). [cita requerida]

Primeros auxilios

En caso de congelación de los dedos, orejas u otras partes del cuerpo, hay que tomar las siguientes medidas:

  • Abrigarse del frío.
  • Calientar las manos escondiéndolas en sus sobaqueras. Si la congelación afecta la nariz, las orejas o partes de la cara, hay que calientar estos lugares cuidandolos con las manos con guantes secos y tibios.​
  • No frote las áreas dañadas.​ Nunca frote la piel congelada con nieve.
  • Si existe riesgo de congelación repetida, no permita que las áreas ya afectadas se descongelen. Si ya están descongelados, hay que envolverlos para que no se vuelvan a congelar.
  • Si no restaura la sensibilidad mediante calentamiento, busque atención médica de emergencia.​ Si la ayuda profesional no está disponible pronto, caliente las manos o los pies severamente congelados en agua tibia (¡no caliente!). Otras áreas afectadas (nariz, mejillas, aurículas) se pueden calentar aplicándoles palmas tibias o trozos de tela acalentada.

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