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Cinco llagas de Jesucristo

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Francisco Ribalta, Abrazo de san Francisco al crucificado, Museo de Bellas Artes de Valencia

Cinco llagas de Jesucristo (o plagas en versiones arcaizantes) es una expresión devocional que hace referencia a las cinco heridas que recibió Jesús en su crucifixión. Estando vivo le fueron infligidas las perforaciones de ambas manos y pies practicadas por los clavos que lo asieron a la cruz; y una vez muerto y como modo de asegurarse de su fallecimiento, recibió una herida en el costado derecho, practicada con una lanza que le atravesó el tórax.​

Teológicamente, el culto a las llagas recuerda la dimensión humana de Cristo al mostrarlas como emblema de su sufrimiento. Vinculan a Jesús con el Antiguo Testamento, ya que lo presentan como el cordero llevado al matadero de la profecía de Isaías.

Historia

La devoción por las cinco llagas fue iniciada por San Francisco de Asís que según la tradición —estando en éxtasis— recibió directamente del Crucificado estos estigmas en su propio cuerpo. De aquí que la orden de los Frailes Menores haya sido una de las mayores impulsoras de la misma y que incluso use como emblemas propios distintos símbolos que las representan:

  • El escudo de las cinco llagas: sobre campo de oro cinco llagas o heridas sangrantes en sotuer;
  • El cordón franciscano de cinco nudos (aunque el que ciñe el hábito lleva tres por los votos de pobreza, castidad y obediencia);
  • El abrazo franciscano: en torno a una cruz sumada a una nube, dos brazos cruzados con las palmas extendidas mostrando sendas llagas en las mismas; uno de los brazos aparece desnudo (Jesucristo) y el otro vistiendo el sayal franciscano (San Francisco de Asís). Este símbolo representa la leyenda que cuenta cómo el crucifijo ante el que S. Francisco se encontraba en oración descolgó un brazo de la cruz para estrecharse en un abrazo con el santo de Asís.

A partir del s. XVI los Frailes Menores establecieron en sus principales casas de Castilla y Andalucía (Sevilla, Málaga, Jaén, Baeza) hermandades de disciplinantes cuya devoción corporativa era la Vera Cruz y que solían adoptar —junto a la cruz latina verde— el escudo de las cinco llagas como emblema identificativo.​ Fue igualmente asumido como distintivo por las cofradías de la Sangre.

La devoción a las llagas derivó en la creación de la práctica piadosa del Ejercicio de las Cinco Llagas. De igual modo, se vincula el culto a las llagas con la devoción al Sagrado Corazón de Jesús.

Cristo de las Cinco Llagas

El Cristo de las Cinco Llagas​ es habitual del arte alemán (Der Schmerzensmann), que fue difundido por las cofradías de la Santa Sangre, por los flagelantes y por la Orden de Santa Brígida de Suecia (orden militar con rama femenina -Orden del Santísimo Salvador de Santa Brígida-), que había adoptado como insignia cinco pequeños discos rojos que imitaban gotas de sangre.

Existe un Cristo de las Cinco Llagas en la iglesia de San Quirce de Valladolid, utilizado como paso de Semana Santa por la Cofradía de la Pasión. No responde a la iconografía del Varón de dolores, pues es un Cristo crucificado.

Hospital de las Cinco Llagas

La denominación "hospital de las Cinco Llagas" está muy difundida.

Iglesia de las Cinco Llagas

Varias iglesias están dedicadas a la advocación de las Cinco Llagas.

Flores

Varias flores se utilizan como símbolos las cinco llagas de Cristo: bien por su color rojo y espinas (la rosa), bien por sus cinco pétalos y color violeta (el pensamiento) o bien por sus cinco estambres (la pasionaria lila -Passiflora incarnata-). Alguna especie de planta recibe el nombre vulgar de "cinco llagas" (Martynia annua, del género Martynia, Asclepias curassavica y Tropaeolum majus, ambas llamadas también "flor de sangre"); mientras otras incorporan a su nombre científico el término latino quinquevulnera ("cinco heridas" o "llagas"): Olearia quinquevulnera, Silene quinquevulnera (o Silene gallica), Aerides quinquevulnera (una orquídea) y Henckelia quinquevulnera (o Didymocarpus quinquevulnera, una hierba de los bosques tropicales).

Escudos

Los Franciscanos usan una representación heráldica de las cinco llagas (véase el tercer cuartel): sobre campo de oro cinco llagas sangrantes al natural puestas en sotuer.

Ciudad Juárez lleva en uno de los cuarteles de su escudo el símbolo de las cinco llagas, por estar vinculado a la Orden Franciscana.

Antropónimo

Anna Maria Gallo, la primera santa napolitana, adoptó como monja el nombre de Maria Francesca delle Cinque Piaghe (María Francisca de las Cinco Llagas).

Véase también

Bibliografía

  • Rubio, Javier (mayo de 2018). «Diccionario de advocaciones - Llaga». Pasión en Sevilla (Sevilla) (107): 58. 

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